domingo, 30 de mayo de 2010

Lo sé, prohibido recordar


Recuerdos. Tengo muchos, unos mejores que otros. Desde que era pequeña he deseado que se pudieran almacenar, como si fueran fotos, de modo que cuando sentimos nostalgia o queremos recordar algo de forma nítida, no tuviésemos más que abrir el frasquito correspondiente al recuerdo que queremos refrescar en la memoria. Porque la mente humana es demasiado perfecta, y poco a poco olvida detalles importantes. O quizás es que es demasiado inteligente y lo hace para protegernos, ya que si pudiéramos pasarnos las horas viendo los momentos pasados una y otra vez, no nos atreveríamos a crear ninguno nuevo. Imaginad estar en casa y destapar uno de esos botecitos, poder sentir el olor de la tarta de mamá, la emoción del primer día de cole, el sabor del primer beso o saborear de nuevo las risas entre amigos. Me duele pensar que un día mi mente olvidará ese aroma especial de ese cabello, de esa colonia y de esa ropa. Porque por mucho que huela cada día esa goma del pelo, el aroma se escapará lentamente por la ventana, como se va el tiempo, como me voy yo, como se va cada día dejando paso a otros nuevos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

pensamientos