jueves, 28 de mayo de 2015

#13

No me importa que bailes con otras, que acaricies sus piernas, que recorras sus cuerpos. Estoy hecha de un mármol tan duro que contemplo sin inmutarme como juegas tus cartas con ellas. Pero cuando decides que es mi turno descubro con horror que ese muro está cogido con pinzas y caigo en tus brazos. Sin control y ciega, finjo que no sé que sólo soy una pieza más en tu diabólico ajedrez y me siento la reina. Hasta que acaba la partida y te alejas rodeado de alfiles y pequeñas torres que tienen el privilegio de dormir contigo esta noche.

viernes, 22 de mayo de 2015

#12

Entonces me pregunto a cuántas de ellas habrás besado, con cuántas de ellas habrás deseado dormir y con cuántas lo habrás hecho finalmente. Y siento una furia tremenda dentro que me hace desear besarte hasta que tus labios sangren y supliquen clemencia.

viernes, 8 de mayo de 2015

#11

Y es que hacía mucho tiempo que nadie me besaba cómo tenía que besarme. Pero al final lo único que recordaremos será el frío y tu cabeza apoyada en mi pecho una noche con luna de mayo.