sábado, 22 de mayo de 2010

Untitled

Repasa la agenda del móvil, buscando qué sabe ella, una “captura fácil”, una cita simple. Una de esas personas con las que hay feeling pero nunca se llega a nada más, por falta de ganas, tiempo, o porque llegó a su vida alguien muchísimo más importante que le hizo olvidarlo.
Manda varios mensajes a algunos de la lista, sabiendo que probablemente obtenga respuesta. Citas de verano, quizás alguno de esos mensajes acabe siendo un beso furtivo, un amor corto, una pasión de días contados. Ahora que es supuestamente libre, puede sonreír coquetamente a aquellos que la piropeen, puede deslumbrar con su sonrisa al camarero guapo de algún bar. Eso le dicen para animarla, “ que eres libre”. ¿ Qué es libre? Ella solo sería libre si cogiera un autobús directo a sus labios. Esperó pacientemente a ese dulce y perfecto primer beso, que superó con creces cualquier tipo de perfección imaginada. Se podría decir que una vez abierta la puerta, es ridículo cerrarla de nuevo. Se supone que ahora no debería esperar siglos a otra de esas perfecciones. Por eso manda mensajes, buscando bailes, buscando falsos amores que le hagan olvidar. Pero sin que nadie se lo diga, sabe que es inútil. Sabe que por muchas camas por las que rodara, por muchos labios que rozara, no conseguiría sacar de su mente esa dulce perfección imperfecta de ese primer beso en un banco sin nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

pensamientos