domingo, 6 de junio de 2010

Tengo personalidad adictiva

Equiparar la adicción del amor a la adicción producida por las drogas, es la forma más sencilla de explicar porqué dependemos tanto de la persona amada. Compara el amor y una droga cualquiera, pongamos de ejemplo al tabaco, muy extendido en la sociedad. Ambas cosas nos hacen dependientes, lo añoramos si no lo tenemos y daríamos cualquier cosa por conseguirlo. Hay quien tiembla por el mono que le produce no tener cerca un cigarro que llevarse a la boca. Yo tiemblo en mi cama vacía al no tener un abrazo que me guía. Ahora dirás que es un tipo de adicción diferente. Pero no sé si estoy de acuerdo en eso. El tabaco te destroza por dentro, y el amor, ¿ no hace lo propio? El amor no es como el tabaco, es un conjunto de todas las drogas, pues provoca efectos tan dispares, que una sola no basta para equipararlo. El amor es necesidad, hace dejarlo todo, te nubla la visión, solo piensas en esa persona, dejarías a un lado cualquier responsabilidad por una calada de su boca, olvidarías todo lo demás mientras te quede eso. Te hace ver visiones pensando que puedes perderlo, te hace llorar y temblar una vez perdido. Está mal engancharse a algo o a alguien, pero cuando dejas de tomar tu droga particular, llega el síndrome de abstinencia, el cuerpo no responde correctamente sin eso. Las drogas pueden llevar a la muerte, ¿ acaso el amor no? No consta en los estudios de drogadicción, no hay clínicas especializadas para ayudar a superarlo. Pero el amor es la droga más potente, la que provoca mayor necesidad y la más difícil de superar.

1 comentario:

  1. Có maña, lo mejor de todo es que tienes razón xdddddddddddddddddddddddddddd
    te ai love u :D

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