sábado, 8 de enero de 2011

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La Declaración de Derechos de Virginia ( 12 de junio de 1776) está considerada la primera declaración de derechos humanos moderna de la historia. Está compuesta por dieciséis artículos en donde está enumerados los derechos pertenecientes al pueblo de Virginia.
En el primer artículo de la Declaración de Virginia se consagran los siguientes derechos como los principales derechos que ha de tener el hombre: derecho al gozo de la vida, al gozo de la libertad, a los medios para adquirir y poseer propiedad, a la seguridad, y a la búsqueda de la felicidad.
Me llama la atención ese último punto, ese derecho que no nos regala la felicidad, sino que nos permite buscarla. ¿Por qué no existe un derecho a encontrar la felicidad? Todos los derechos que se recogen en la Declaración Universal de los Derechos Humanos se podría de algún modo consagrar en una pequeña frase: Todos los seres humanos tienen derecho a buscar su felicidad, encontrarla y disfrutar de ella.
La actual Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada y proclamada el 10 de diciembre de 1948, no contempla la felicidad en ninguno de sus treinta artículos. Tal vez sea porque el derecho a ser feliz es un derecho demasiado complicado. Tal vez sea difícil ser feliz, y más cuando la mayoría de esos artículo no son respetados, empezando por el primero, que una y otra vez es violado de las más diversas maneras: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”
Es posible que la verdadera forma de dar con esa ansiada felicidad sea ver un mundo diferente, que contempla el respeto entre unos y otros, que cumple el resto de derechos. Puede que entonces todos pudiéramos sonreír diciendo que hemos encontrado la felicidad.
Felicidad, aquello que todo el mundo busca y pocos encuentran. Y dejando de pensar en grandes logros, está esa pequeña felicidad mágica, efímera, que a veces aparece en pequeños gestos, en pequeños momentos cargados de importancia. Porque ser feliz tal vez sea un invento inexistente, y realmente sólo exista poder ser feliz por momentos, por momentos únicos que hacen sonreír y respirar al máximo tratando de alargarlos para siempre.

2 comentarios:

  1. Yo me pregunto qué pasa si lo que te hace feliz es ilegal o inmoral, ¿ahí tenemos derecho a la felicidad todavía?

    Te extraño ♥

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  2. Ya, esa es la pega a poner...Lo que hace feliz a uno puede significar la infelicidad de otro, por lo tanto supongo que es imposible la "felicidad mundial".

    Yo sí que te extraño...

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