Rainbow.

Hay gente que habla de la vida como si la conocieran realmente, como si supieran exactamente cómo debe uno comportarse en cada momento y ocasión. Hablan de primeros amores, de rollos pasajeros y de amantes escondidos. Opinan sobre errores rectificables y sobre errores imperdonables, y no tienen miedo de afirmar que determinada persona ha perdido la cabeza o se ha pasado de la raya. Les gusta juzgar sin que nadie los autorice para ello, inventar y meterse en asuntos que no les conciernen, y a la par, escapar de aquellos por los que deberían invertir la mayor parte de su tiempo. Afirman categóricamente cosas como si fueran sabios que conocen los destinos y las formas de actuación. Pero lo que no saben es que nada es lo que parece, que un primer amor puede ser un rollo pasajero y un amante escondido convertirse en el amor de tu vida, que no hay error imperdonable sino ausencia de un modo de corregirlo o evitarlo, que el arrepentimiento existe y el amor lo puede todo, que nadie pierde la cabeza si no hay algo que se lo grite desde dentro ni que todos nos pasamos de la raya de vez en cuando. Porque la ausencia de negro o blanco es un hecho, y los matices entre los que pasean nuestros actos no son solo grises, sino que poseen todos los colores que puedes ver en un arcoíris.