jueves, 6 de agosto de 2015

#20

No eras "eme" ni ninguna otra canción de las que yo me sabía de memoria. No sabía controlarte ni mucho menos entenderte. Sobraban las palabras cuando lo único importante era morder tus labios y reirme en un éxtasis extraño provocado por la ginebra y la certeza de que ibas a irte en cuanto pudieras. Pero no me importaba en lo más mínimo. O tal vez sí y me importaba de un modo tan profundo que ni sabía ni quería verlo. Así que simplemente me dejaba llevar y te besaba hasta que dolía. Y cuánto dolía...

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