martes, 13 de diciembre de 2011
Storm II
Tomé plena conciencia de lo que estaba pasando cuando me di cuenta de que llovía a mares. En cualquier momento la cajita de cartón se desharía y acabaríamos arrastrados por la corriente. Le abracé con más fuerza y me sorprendí al darme cuenta de que no tenía frío y de que ni una sola gota había calado mis huesos. A mí alrededor todos gritaban, pero nosotros seguíamos allí, juntos, bajo la protección de un puente que protegía nuestra improvisada vivienda y que nos mantenía alejados del gentío que por mucho que intentaba hundirnos con ellos, no lo conseguían por mucho que empujaran con todas sus fuerzas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
pensamientos